El egabrense José Arjona López, fue un ejemplo de vida dedicada al estudio y a la enseñanza. A muy corta edad, realizó las pruebas para ingresar como alumno en el Instituto Aguilar y Eslava de nuestra localidad y una vez ingresado, hizo las de la oposición a una de las becas vacantes en el Real Colegio, beca que consiguió y conservó durante los seis años de Bachillerato. Era costumbre en aquella época que los alumnos con mejores notas, figurasen en el cuadro de honor del Instituto y que ocupara en el comedor un asiento al lado del director, ese puesto de honor lo mantuvo durante todos sus estudios José Arjona, que al mismo tiempo que cursaba los estudios de Bachillerato conseguía con igual aprovechamiento el título de maestro elemental.
El primer curso de Filosofía y Letras lo cursó por libre desde Cabra, cursando los siguientes de presente en la Universidad de Granada. La especialidad en la Sección de Historia la cursó en la Universidad Central, en la que al mismo tiempo cursaba asignaturas de la carrera de Derecho, todo ello simultaneado con su trabajo como periodista en “La Mañana”, y como profesor y propagandista del Sindicato Católico. El servicio militar interrumpió su estudios que concluyó definitivamente en la Universidad de Sevilla, donde hizo las pruebas de Licenciatura y de allí vuelve a Cabra, donde es admitido en el Real Colegio como regente, y profesor, impartiendo clases de Geografía, Historia, Francés, Literatura y Filosofía. En 1933 es destinado al Instituto Elemental de Lucena, del que fue nombrado Director, hasta 1936 en el que desaparece dicho instituto por lo que Arjona vuelve a Cabra para encargarse de la cátedra vacante de Geografía e Historia, a partir de aquí se prepara para la oposición a catedrático, lo que consigue en 1940, estrena este grado con un destino en el Instituto Puerto Llano, posteriormente lo desempeña en Hueva y en el Instituto de Cabra del que es nombrado Director del Centro a los pocos días de su toma de posesión. Los últimos días de docencia transcurrieron en el Instituto A. Ganivet de Granada. Una vez jubilado vuelve a Cabra, donde reside hasta su muerte.
Aparte de la familia y la docencia la otra pasión de José Arjona fue la fotografía, los que lo conocen recuerda que rara vez se separaba de su cámara fotográfica y de su tomavistas, contemporáneo y amigo de los hermanos Venancio y Rafael Ruiz Romero, compartió con ellos esta afición, frecuentando sus estudios fotográficos, buscando siempre estar al tanto de todo lo relacionado con el mundo la fotografía.
José Arjona López nos ha dejado verdaderas joyas fotografías de la que estamos disfrutando gracias al trabajo de su nieta Pili Mo, a la que queremos reconocer su colaboración desinteresada en el proyecto colectivo de Cabra en el Recuerdo, agradeciéndole tantas interesantes aportaciones a la memoria colectiva de un pueblo que a la vez son reconocimiento de un hombre que dedicó su vida personal a la familia, la profesional a la enseñanza y sus momentos de ocio a la fotografía.
Miguel Mellado Moreno
(Cabra en el Recuerdo)